El agua es un recurso precioso que requiere un manejo extremadamente sensible, por lo que las Comunidades de Regantes regulan su uso. Estas se forman principalmente por una serie de participantes de la comunidad o comuneros, los cuales entran a formar parte de dicha comunidad de regantes, siempre que cumplan unos requisitos, para obtener un derecho, en este caso, el derecho a regar. 

Esto requiere el conocimiento de equipos especializados, diseño de sistemas, composición del suelo, formación del suelo y las características individuales de las especies de plantas y los requisitos de agua de los cultivos. Es tarea de los agricultores asegurarse de que los sistemas de riego agrícola fomenten el crecimiento de las plantas y minimicen la pérdida de agua, la erosión del suelo, la quema de hojas y la salinidad a través de los desequilibrios de la capa permeable de la tierra. Es importante matizar que el derecho a regar es un derecho propio de la tierra, es decir, no pertenece al dueño de esta, sino a la porción de tierra en sí misma. Nuestros abogados especialistas en Comunidades de regentes son especialistas en todos estos matices, por lo que podrán ayudarle ante las dificultades jurídicas que pudiese encontrar.